Adolph de Meyer(París, 1868- 1949, Los Ángeles) el primer fotógrafo en la plantilla de Vogue y Vanity Fair.
Con la fortuna de haber nacido en la abundancia, de padre judío alemán y madre escocesa, pasó su niñez entre París y Alemania. A los 26 años, realizó su primera exposición como fotógrafo aficionado. Se vinculó de alguna manera al movimiento Photo- Secession de Stieglitz, pero rompió enseguida con él. Al estallar la Primera Guerra Mundial, la familia De Meyer perdió su fortuna y se vió obligado a emigrar a los Estados Unidos donde Condé Nast, editor de Vogue, contrató a Adolph como primer fotógrafo a tiempo completo para la revista y después, en Vanity Fair.
Durante aquella etapa, De Meyer fotografió a algunas de las mujeres más poderosas de la sociedad. Se decantaba por los reflejos de luz sinuosa para lo que muchas veces colocaba la fuente de luz por detrás de la modelo y que producía una sensual transfiguración del cuerpo retratado. Pero no sólo utilizaba esta técnica con las mujeres, así también captó al bailarín ruso Vaslav Nijinksy como un ninfo.
De Meyer es una verdadera leyenda dentro de la fotografía de moda, un precedente para otros fotógrafos de la misma disciplina como Cecil Beaton. Como se puede leer en un artículo de la T Magazine del New York Times retrato una época: “Para las publicaciones de vanguardia como Vogue, no sólo hizo retratos sino que ayudó a estas publicaciones a convertirse en retratos de una era”.
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