La relación entre la fotografía y el mundo de los espíritus durante el siglo XX y principios del XIX era una mezcla de las creencias populares y el fraude científico para obtener ganancias financieras. En la cultura popular que tenemos numerosos ejemplos de la literatura donde los fantasmas juegan un papel clave de la historia: por ejemplo, la casa embrujada en Atenas descrita por Plinio el Joven, o el fantasma de Banquo en el Macbeth de Shakespeare (1603-1606). En la época victoriana en Gran Bretaña, el fantasma era un personaje creado en la novela cada vez más popular con el espíritu de Marly en el siempre popular Cuento de Navidad de Charles Dickens publicado por primera vez el 19 de diciembre de 1843. El fantasma de Canterville (1887), que sigue siendo un favorito de Navidad. En la literatura del siglo XIX aparece Frankenstein o El moderno Prometeo, de Mary Shelley también Drácula de Bram Stoker "(1897). Durante este período de espiritismo, que trataba de comunicarse con los muertos a través de la comunicación o través de la asistencia de las personas (médiums) .
Los médiums más populares fueron las hermanas Fox de Hydesville, Nueva York (EE.UU.), Cora LV De Scott (1840-1923), Acsa W. Sprague (1827-1861) y Pascual Beverly Randolph (1825-1875) entraban en trance para extraer información de los espíritus de los parientes muertos durante las sesiones privadas y conferencias públicas. Mesas giratorias y la escritura automática se convirtieron en celebridades .El deseo de comunicarse con los muertos continúa en la actualidad dentro de la cultura popular a pesar de la racionalización científica reveló muchos fraudes. Ángeles de la guarda, tan populares en el siglo XIX, la aceptación de la muerte como una parte común de la existencia cotidiana y la ferviente creencia religiosa en el más allá permitió oportunidades fotográficas.
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