Heinrich Kühn


 Fue un fotógrafo austriaco (nacido en 1866 en Dresden y fallecido en 1944 en Birgitz, Austria) figura relevante del pictorialismo internacional en torno a 1900, y cuya mayor ambición fue crear fotografías cuyo valor artístico pudiera rivalizar con la pintura.Estudió pintura, música, medicina, y ciencias naturales. Desde esta formación se dirigió a la fotografía microscópica, pero alrededor de 1890, abandonó la medicina por completo y se dedicó exclusivamente a la fotografía.
Se incorporó al Camera Club de Viena y comenzó a exponer sus fotografías; también comenzó a publicar artículos técnicos en revistas de fotografía.
A comienzos de su carrera, hacia 1895, Kühn conoció en el seno del Camera Club a Hugo Henneberg y Hans Watzek, con quienes fundó el “Trifolium”. Juntos, experimentaron las nuevas técnicas de impresión fotográfica, en particular la goma bicromatada, proceso finalizado por el francésRobert Demachy, aplicada al pincel, que proporciona un aspecto pictórico al revelado. Sus fotografías de muy grandes formatos mostraban su deseo de medirse con la pintura.
También se hizo miembro del The Linked Ring y a través de los años su trabajo fue reproducido en muchas publicaciones incluyendo la mítica Camera Work. Sus composiciones eran revolucionarias en esa época por acentuar las formas en vez de los detalles.
Figura relevante del pictorialismo internacional en torno a 1900, estrechamente relacionado con los dos mayores representantes del movimiento, Alfred Stieglitz y Edward SteichenKühn logró así mismo desarrollar una obra modernista, muy en adelanto sobre su época, en el marco sin embargo limitado de su vida familiar. Pasó de un impresionismo "romántico" a un estilo aligerado, casi abstracto, donde sólo cuentan el estudio de la luz y el efecto final, y que refleja la evolución de la Secesión vienesa con la que tuvo costumbre de exponer.
También es el maestro incontestable del autocromo, técnica con colores ricos y delicados finalizada por los hermanos Lumière pero cuyos mejores intérpretes fueron los pictorialistas anglosajones. Con sus imágenes de atrevidas composiciones, simplificadas hasta el extremo, Kühn se impuso como una de las figuras centrales del pictorialismo internacional.
En 1914 estableció una escuela de fotografía, pero sólo duró un año.
En los años 20 Kühn se alejó de la idea de manipular la impresión y en su lugar creyó que era mejor un acercamiento más directo a la fotografía. Trabajó en varios encargos comerciales para revistas y después de 1927 trabajó en la sección editorial del Photographische Rundschau und Mitteilungen.
Su fotografía siguió siendo pictorialista en la década de 1930, y de vez en cuando publicaba y exhibía sus imágenes. También continuó sus investigaciones técnicas, y en 1934 recibió una patente por una película con mayor sensibilidad a la luz.
En 1937 recibió un doctorado honorario de filosofía de la Universidad de Innsbruck por su contribución a los aspectos científicos y artísticos de la fotografía. Su trabajo se puede encontrar en colecciones tales que el Metropolitan Museum of Art en Nueva York, el Smithsonian Institute, en Washington, D.C, y en el Art Institute de Chicago.
Cuando se contemplan por primera vez en vivo las imágenes de Heinrich Künh  se experimenta una sensación de cierta confusión: ¿qué son exactamente? ¿fotografía? ¿pintura...?
Heinrich Künh es uno de los máximos exponentes del pictorialismo, la tendencia que pretendía poner la fotografía a la altura artística de la pintura. En esta corriente, Künh fue, además, un pionero tanto técnica (sobresaliendo sus experiencias con goma bicromatada y el autocromo) como formalmente.
Hay varios factores que conducen a la fascinación en las imágenes de Künh. El primero es el temprano uso de la fotografía en color que este autor comienza a experimentar a finales del siglo XIX. El segundo es la estética vaporosa que trata de imitar a la pintura. El tercero el gran formato de muchas de sus imágenes que también en este sentido pretende rivalizar en la experiencia del espectador con la pintura.
Las fotografías de Künh representan su entorno más cercano, sus hijos, los paisajes alpinos de Innsbruck..., pero siempre de una forma muy cuidada, planificando muy bien los encuadres, las luces, la distribución de los personajes. Por eso, algunas de las imágenes de Künh tienen diferentes versiones, aparentemente muy similares pero con variaciones perceptibles, como reflejo de una afán perfeccionista incansable.
Para comprender la figura de Heinrich Künh lo mejor es dejarse sorprender y transportar por sus fotografías.






















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